Qué sigue después de la pandemia

Por Por Dr. Diego Scherer M.P. 102854

El 31 de diciembre de 2019 fueron reportados los primeros casos de neumonía en Wuhan y nadie imaginó que un nuevo tipo de coronavirus llevaría al cierre de fronteras y al confinamiento de la población, contagiando a más de 165,5 millones de personas y matado a casi 3,4 millones alrededor del mundo. Y después, ¿Cómo se sigue?

Pocas certezas y mucho conocimiento

Un año después de la detección del primer caso, médicos y científicos reunimos una gran cantidad de evidencia sobre el nuevo coronavirus: cómo se transmite y cómo podemos tratarlo de manera más efectiva.

En Global Care nos propusimos ofrecer una atención domiciliaria segura y de calidad. Buscamos evitar la transmisión de la enfermedad a terceros, garantizando la protección de familiares, convivientes, trabajadores de la salud y de la población general.

Para eso, se desarrollaron protocolos de atención y guías, contando con el asesoramiento experticio de intensivistas e infectólogos:

De la totalidad de las personas asistidas en nuestras cinco sucursales, el 3,7 % requirió internación hospitalaria y el 1,8 % resultó en fallecimiento. La internación domiciliaria de casos sospechosos o confirmados implica una estrecha articulación entre la jurisdicción y la institución sanitaria, y un alto grado de cumplimiento de los criterios establecidos para su indicación.

Crear el futuro es la mejor manera de predecirlo

Luego de superar la fase aguda de la infección por coronavirus, que suele durar entre una semana y diez días, un alto número de pacientes siguen presentando una afección en diferentes órganos dañados o sufriendo complicaciones de forma prolongada (Covid persistente). La fatiga, los dolores musculares y articulares, la dificultad respiratoria, la tos seca, las complicaciones cardiovasculares, las alteraciones intestinales y el dolor de cabeza son algunos de los síntomas asociados que pueden persistir tras la infección.

Así mismo, la experiencia del último año nos demuestra que luego de una infección por Covid, el control de enfermedades como la diabetes o la hipertensión se vuelve más complejo. No podemos dejar de mencionar cuadros como depresión, ansiedad, trastornos neurocognitivos y trastornos sensoriales.

La evidencia nos obliga a prepararnos para la atención de nuestros pacientes con un enfoque basado en las diferentes secuelas que se pueden presentar. A nivel respiratorio, muchos pacientes describen la sensación de falta de aire (disnea) incluso meses después de superar la infección, mientras que la afección más frecuente sobre el sistema cardiovascular es la inflamación del miocardio (miocarditis), con diferentes niveles de gravedad. También se han descrito inflamaciones del pericardio, así como trombosis en los miembros inferiores que pueden dar lugar a un tromboembolismo pulmonar. Entre las secuelas neurológicas se destacan la cefalea crónica y la pérdida de olfato (anosmia) derivada del daño que causa el virus en el sistema nervioso.

Nuestro compromiso es permanente

La revisión post-Covid que proponemos está dirigida a personas que hayan cursado la enfermedad y debamos evaluar su estado de salud, pacientes que siguen manifestando síntomas asociados y a quienes padezcan patologías previas o tengan factores de riesgo cardiovasculares, pulmonares o hematológicos.

Para el abordaje de todos estos casos, la evaluación inicial resulta esencial porque nos permitirá recopilar los datos clínicos de los pacientes, sus antecedentes y comorbilidades, haciendo principal foco en analizar cómo cursó la infección activa por coronavirus.

Luego de un minucioso examen clínico, se determinará la conveniencia o no de estudios complementarios e interconsultas con especialistas para establecer un plan de recuperación.

El 31 de diciembre del 2019 quedó atrás, la sorpresa quedó atrás. Es tiempo de asumir la responsabilidad para las futuras generaciones y estar preparados para la era post-covid.

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